Muy pronto...

Lo sentimos, no podemos avanzar más...

Tendréis que esperar unas semanas. Próximamente, en vuestras pantallas.

La familia "Real"

'The Royle Family' es una comedia británica "sin estridencias": no hay guiones chistosos, ni situaciones extravagantes, ni salidas de tono injustificadas... Vamos, que está en las antípodas de 'Escenas de Matrimonio'. 'The Royle Family' es casi un espejo: una casa, un par de cámaras, un elenco de actores excepcionales (Ricky Tomlinson, Liz Smith y Sue Johnston son de lo mejor que actualmente hay en las Islas, y eso es decir mucho...), y un conjunto de situaciones de lo más normal a las que se les sabe sacar punta.

Sus creadores, Caroline Aherne (¿quién dijo que las mujeres no tenían sentido del humor?) y Craig Cash, demuestran una fineza en el diseño de los personajes que, cualquiera que haya estado en Inglaterra, tendrá que quitarse el sombrero ante ellos. No tiene nada que ver con los 'Monty Python', ni con 'The Young Ones', ni con 'Alo' Alo'', ni con tantas otras grandiosas comedias de éxito procedentes de Gran Bretaña. Pero es muy buena. Un ejemplo: ¿cuál es el mejor homenaje que una familia británica de clase baja como esta puede hacerle a la abuela, recientemente fallecida? ¿Dónde colocaría sus cenizas? Compruébenlo.

Nuevo superhéroe

Comedia observacional: ¿No les ha pasado nunca eso de ir a una discoteca y descubrir a una persona arrítmica, bailando junto a ustedes, que no acierta ni una de las síncopas de la canción? ¡Ni una! Parece que lo haga adrede... "Es que no tengo ritmo", me decía un amigo que padecía dicho síntoma. Un día pegué mi oído a su pecho y era verdad: allí tenía escondido a Quim Monzó con un martillo percutor. Pensando en todas estas personas, decidimos dar vida a un nuevo superhéroe. Va por ustedes.

Totó

No recuerdo la primera vez que vi una película de Totó. No es que me avergüence de ello, es que tengo muy mala memoria. Sin embargo, su imagen siempre me ha acompañado como algo entrañable. Totó es como el olor de los bizcochos que hace mi madre, pero en feo. Y tal vez esa fuera su suerte. Parafraseando a Fernando Trueba: "Totó es probablemente el mejor rostro de la historia del cine". Y Trueba tiene mucho ojo izquierdo para estas cosas... Aunque hay que decir que, aparte del rostro (que tenía, y mucho), Totó también tenía algo que cada vez se echa más en falta en este negocio: estilo. Como si no hiciera nada, revestido de inocencia, las iba metiendo dobladas. Sin ir más lejos: en la oración del payaso, rodeado de esperpentos y animales de circo, dice: "Señor, guárdanos de las uñas de nuestras mujeres, que de las de los tigres ya nos guardamos nosotros". ¡Qué tiempos aquellos en los que aún se podía recurrir a Dios!... Si tienen ocasión y pueden revisar sus películas, háganlo. Entenderán por qué en Italia le veneran.

La montamos en Zaragoza

Nuestros amigos del JAJAFestival nos pidieron que montáramos un 'pollo'. ¿Cómo nos ibamos a negar?

El vuelo de los Concords

De vez en cuando, no como solo. Y, justamente, el otro día estuve comiendo con Paco Escribano (uno de los hombres que más saben de televisión de este país, y conste que lo digo como un halago). Durante la comida (en la mesa, quiero decir, en el restaurante), surgió el tema de las nuevas series de humor. Los dos coincidimos en nuestra admiración por un nuevo título de la HBO: "Flight of the Conchords". Básicamente, la trama gira alrededor de una pareja de jóvenes músicos de Nueva Zelanda que emigra a Nueva York en busca del éxito.

La originalidad de la propuesta radica en que, en el momento menos pensado, incorporan una canción a la historia. Y cada canción es un homenaje a un estilo, a una leyenda de la música (aunque, curiosamente, no hay ninguna que recuerde a Rocío Jurado...). Bret y Jemaine, que así es como se llaman los tipos, desafinan y, además, les importa un pito que su interlocutor les esté hablando mientras interpretan un tema o que la letra entre con calzador. Ellos cantan porque se lo pide el cuerpo (no hace falta más, todo es muy orgánico...). Y hay que reconocer que se mueven como pez en el agua cuando se trata de hacer escarnio del llamado neo-folk.

Cosas nuestras

Bueno, por fin van a poder contemplar un aperitivo de nuestro estilo. Y cuando digo nuestro, me refiero al estilo de "los caprichosos": Edu Soto, David Fernández y un servidor, Santi Suárez. Este es un gag que rodamos hace ya un tiempo. Sobre una historia de David Ramírez, construimos este esquetch. Se trata de una parodia de los documentales de animales que tan buenas tardes nos han dado. Un homenaje a todos aquellos que luchan por salvar especies en peligro de extinción. ¿Cuál podía ser la especie en peligro de extinción en los tiempos del correo electrónico?... Humor absurdo. Situaciones ridículas. Las que nos gustan.

Si a ustedes también les ha gustado, háganlo correr.

El humorista de guante blanco

Dicen de los irlandeses que son grandes contadores de historias. Si nos fijamos en Dave Allen, debe de ser cierto. Aunque también dicen que Obama es socialista y que Guardiola es gay (¡qué sabrán ellos!)... En fin, la cuestión es que este señor, Dave Allen, fue un reputado humorista televisivo de origen irlandés que triunfó en Inglaterra y Australia durante las décadas de los '60 y '70. Era un superclase: la Oreo de los humoristas. Salía al plató, siempre bien trajeado y con un pañuelo rojo en el bolsillo, y se sentaba en su butaca de brazos, junto a una mesita alta en la que brillaba un vaso de whisky (o del licor que fuera, que tampoco debía ser muy tiquismiquis en ese tipo de cuestiones, como todo buen irlandés). Entonces, encendía un cigarrillo y empezaba a largar. No hacía falta más. Contaba una historia tras otra. A cual mejor. Hizo de la sencillez su bandera y de la ironía su mejor arma. Y siempre consideró a su público, por lo menos, tan inteligente como él. ¡Qué admirable! ¡Qué difícil (a juzgar por lo que se ve hoy en día)!... Será que el tío era muy leído. Les dejo con su relato de cómo dejó de fumar.

Y, aunque dejó de fumar, el señor Allen cumplió sus obligaciones para con la Parca en marzo de 2005. Nos quedan sus actuaciones. Gracias, Youtube.