martes, 21 de octubre de 2008

Ya dijo que estaba enfermo...


¿Han oído hablar de Spike Milligan? ¿No? No pasa nada, él tampoco ha oído hablar de ustedes... Murió.
Para que nos entendamos, Spike Milligan era una especie de padre putativo de los Monty Python. Como dijo Antonia San Juan: "¡Eso ya es otra cosa!".
Recientemente, he estado revisando alguno de sus trabajos recopilados por la BBC en un homenaje que le hicieron tras su fallecimiento. El programa lo titularon "Os dije que estaba enfermo...". Toda una declaración de intenciones. Y es que hay humoristas que marcan un antes y un después en la historia del humor. Milligan era uno de ellos. Muchos de sus esquetches parecían inocentes, blancos como la cal de la pared, y sin embargo, brillaban por lo revolucionario de su planteamiento: eran absurdos. Jugaba con el absurdo como sólo supieron hacerlo después sus herederos, los Pythons. Y era así, mediante el absurdo, como Milligan cuestionaba los fundamentos de una sociedad que, por aquél entonces y casi, casi también hoy, era poco menos que carpetovetónica --¡cómo me gusta esa palabra: "carpetovetónico"--. Baste decir que Milligan compartió micrófonos durante su gloriosa etapa en la radio (con "The Goon Show", una auténtica institución en Gran Bretaña) con Peter Sellers, y eso dice mucho tanto de uno como de otro... Estaban como regaderas.

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