Cuando alguien me pregunta: "Ese humorista, ¿qué tal es?", siempre valoro el grado de pena que me da que un francés, un australiano o un japonés no puedan entenderlo. ¿Complicado, quizás? Así soy yo... Pero es verdad: piensen en la cantidad de risas que nos perdemos por no poder entender a un gran humorista eslovaco (si es que los hay). Pues igual, al revés: ¿me da pena que un japonés no pueda entender a este o a aquél humorista? Si la respuesta es sí, será que el humorista es bueno. Si la respuesta es no, pues éso...
En ésas estaba yo (se me ha averiado la Play, ¿saben?), preguntándome a mí mismo "¿qué humoristas de aquí merecerían que se les entendiera en Japón?", cuando decidí hacer una lista de nombres ilustres del humorismo español. Pero la perdí. Mi memoria es prodigiosa... A veces. Así que dejé el asunto "renderizándose" en la parte trasera de mi cerebro: "Ya saldrán...". Y esta mañana, mientras miraba las páginas de Economía, me ha venido a las mientes el nombre de una pareja ilustre: Faemino y Cansado. Ellos merecen que se les entienda en Japón. Y en España, también.
martes, 28 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario